CUIDADO DEL CUTIS SEGÚN TU TIPO DE PIEL

Todas las personas tenemos una piel única. La piel del rostro es más delicada que la del cuerpo, por lo que hay que prestar particular atención a su salud, pero los cuidados que le brindemos dependen del tipo de piel que tengamos. Tradicionalmente la piel se ha clasificado en normal, grasa, seca o mixta.


Sin importar sus características, la piel cumple con importantes funciones: por un lado, es una barrera protectora de agentes agresores como bacterias y protege nuestros huesos y órganos de factores externos. Por otro lado, nos ayuda a mantener la temperatura corporal. Cuidarla es indispensable para que luzca hermosa y esté saludable. En este artículo te platicamos más acerca del cuidado del cutis según tu tipo de piel. 

Tipos de piel que existen

Conocemos cinco categorías de piel, según las características predominantes que presenta: grasa, seca, mixta o neutra (también denominada como normal). Ciertamente todos estos tipos de piel son normales, solamente que en ocasiones podemos presentar mayor o menor nivel de grasa entre otros factores que hacen que nuestra piel requiera de cuidados particulares o que sea propensa a ciertas afecciones.


  • Piel normal o neutra. Una piel es normal cuando no presenta lesiones, es suave al tacto, no se engrasa con facilidad ni se ve reseca. Una piel sana es una piel normal.
  • Piel grasa. Este tipo de piel tiene apariencia oleosa, presenta brillo y es propensa a comedones abiertos o cerrados. Los poros suelen estar abiertos o dilatados.
  • Piel seca. Este tipo de piel presenta escasa actividad en las glándulas sebáceas, por lo que puede lucir apagada y agrietarse con facilidad, en especial en climas fríos.
  • Piel mixta. Decimos que alguien tiene piel mixta cuando presenta las características de dos o más tipos de piel en diferentes partes, por ejemplo: frente grasa y mejillas secas.
  • Piel sensible. Mate, frágil al tacto, con vasos sanguíneos fácilmente visibles. Este tipo de piel se enrojece fácilmente.

Cuidados de la piel normal

Si eres una de las personas afortunadas que tienen una piel neutra o normal, tienes una amplia gama de opciones para mantener tu piel saludable. El cuidado de la piel normal debe enfocarse en mantenerla limpia e hidratada. Pasos indispensables en la rutina de skincare son:

Hay que limpiar el cutis con productos especiales para rostro, el jabón que usamos en el cuerpo no es siempre compatible con las necesidades de la piel de la cara. Ya que la piel normal no tiene lesiones ni requiere de cuidados específicos, si tienes este tipo de piel puedes elegir cualquier limpiador de cutis o rostro, en el formato que prefieras: barra, espuma o gel.

El segundo paso de tu rutina de cuidado del rostro debe ser hidratarla. Al tener piel normal, puedes probar productos de diversas texturas y elegir el que más te guste. Los hidratantes faciales pueden venir en formatos como: lociones o tónicos, sérums, aceites, gel, emulsiones o cremas. Tu tipo de piel puede reaccionar favorablemente a cualquiera de estas presentaciones, siempre y cuando estén formuladas para el cutis.

Por último pero no por ello menos importante, diariamente debes aplicar protector solar, a pesar de que no te expongas directamente al sol.

Cuidado del cutis según tu tipo de piel

Cuidados de la piel grasa

Ya que la piel grasa es propensa a brotes de acné y tiene una apariencia más brillante que la piel normal, puede que los objetivos que persigas estén relacionados con matificarla y controlar el sebo. Aunque puede ser molesto tener la piel grasa, no todo son malas noticias: se piensa que quienes tienen este tipo de piel suelen desarrollar menos arrugas al envejecer. Tu rutina en tres pasos básicos sería:

Debes usar un limpiador gentil, que no sea abrasivo. Un error que suelen cometer las personas de piel grasa es exfoliar con mucha fuerza y limpiar la piel con demasiada frecuencia, pero esto solo hará que tu piel produzca más sebo. 


El objetivo de limpiar la piel grasa con productos especiales es seborregularla, es decir, que no debes quitar toda la grasa ya que esto ayuda a la piel a mantenerse saludable. Limpia tu rostro por la mañana y antes de dormir, con una espuma de limpieza diseñada para tu tipo de piel. Es importante que estos productos estén hechos a base de agua. 


Antes y después de ejercitarte, así como para remover el maquillaje o quitar el exceso de grasa durante el día, puedes usar toallitas de limpieza facial, que son fáciles de transportar y te ayudarán a que la piel no tenga brillo en exceso.

A pesar de que tu piel sea grasa, debes hidratarla. La piel grasa también puede padecer de resequedad si no se le dan los cuidados adecuados. Existen hidratantes faciales con ingredientes activos para problemas específicos. Tal es el caso de los productos con ácido salicílico, que está asociado con el tratamiento del acné; pero además de estos ingredientes activos, al tener la piel grasa debes fijarte en el vehículo o formato en el que se presenta el producto, esto puede ser como una crema, emulsión, gel, aceite, entre otros.


Las pieles grasas reaccionan mejor con vehículos más fluidos, tales como las lociones o tónicos, sérums y geles. Por ello te recomendamos elegir productos en estos formatos, ya que una crema o una emulsión podrían hacer que tu piel luzca más brillante.


Entre la gama de productos de Cetaphil puedes elegir nuestra loción hidratante, un producto liviano que tiene ingredientes matificantes. Ayuda a controlar el brillo, además de que también cuenta con un FPS de 30.

En el caso de pieles grasas, también debemos preferir protectores con texturas más ligeras, en forma de gel o de loción. El protector solar debe aplicarse por las mañanas, después de haber limpiado e hidratado la piel. Existen opciones en el mercado con y sin color, como el gel Sun Oil Control con FPS de 50+ de Cetaphil, que unifica el tono de la piel con una cobertura natural. 

CUIDADO DE LA PIEL SECA

La piel seca suele ser muy fina y de poros cerrados. Si tienes este tipo de piel, una de tus preocupaciones principales debe ser la hidratación, para evitar que se muestre tirante o que presente cuarteaduras e irritación. Evita a toda costa productos a base de alcohol y realiza tu rutina de cuidado de piel con productos más gentiles e hidratantes.

La limpieza debe hacerse con productos especiales para este tipo de piel. Puedes elegir entre formatos como espumas, barras de limpieza o lociones para pieles sensibles. No uses jabón convencional ya que esto irrita la piel. 


Si te maquillas, antes de limpiar tu rostro retira el maquillaje con productos a base de glicerina para que tu cutis no se reseque, sino que ayude a calmar y acondicionar la piel. Evita el uso de toallitas desmaquillantes.

Las pieles secas responden bien a productos más espesos y menos fluidos, como lo son las cremas y las emulsiones. Puedes complementar tu rutina con un sérum hidratante que te ayude a resolver problemas específicos, por ejemplo, en caso de que tengas la piel irritada y desees añadir un toque calmante. El orden de aplicación de los productos deberá ser del menos fluido (primero lociones, luego el sérum) al más fluido (es decir, finalizas con la crema).


Es aconsejable hidratar el rostro dos veces al día, una por la mañana, con una crema hidratante de día y posteriormente aplicar el protector solar; y por la noche, después de desmaquillarte y lavar tu rostro, debes volver a humectar tu cutis con una crema de noche.

Por último, recuerda aplicar protector solar en las mañanas, después de hidratar tu cutis. Evita productos matificantes ya que estos han sido formulados para pieles normales o con tendencia a ser grasas, por el contrario, elige un protector solar con ingredientes como glicerina y vitamina E, que mantengan tu piel suave, a la vez que no contrarresten el efecto de tu crema hidratante.

CUIDADOS DE LA PIEL MIXTA

La piel mixta presenta características de dos o más de los tipos de piel descritos anteriormente. Por ello, si tienes piel mixta puede que requieras de productos diferentes para las distintas partes de tu rostro. O bien, te recomendamos identificar qué tipo de piel predomina en tu rostro y centrarte en los productos que cumplan con esas necesidades.

Identifica qué zonas de tu rostro tienen más brillo o presentan mayor opacidad, puedes hacer la limpieza con un dermolimpiador suave que sea apto para todo tipo de pieles, y puedes también pasar una toallita limpiadora por aquellas zonas en las que acumules más brillo.

La hidratación también la puedes hacer por zonas. La zona T del rostro suele ser más grasa que el resto de la cara, si este es tu caso, usa dos productos diferentes para hidratar tu cutis. Una loción o un sérum para las áreas con mayor brillo y una crema para las zonas apagadas que requieran de más humectación.

Finalmente, usa un protector solar cuya textura sientas que favorece a tu rostro. Si la mayor parte de tu cutis tiene piel seca, consiente tu piel con un protector solar más espeso; en caso contrario, puedes optar por una loción o un gel.

Conclusiones

  • Los pasos básicos que no pueden faltar en la rutina de cuidados de la piel, sin importar cuál sea su tipo, son la limpieza dos veces al día (mañana y noche), la humectación dos veces al día (mañana y noche) y la protección solar (por las mañanas y a lo largo del día, reaplicarse cada cuatro horas).


  • A este esquema básico de cuidado de la piel se pueden sumar otros pasos, según las necesidades específicas de cada persona.


  • Los productos que elijamos para cumplir con esta rutina base dependen del tipo de piel que tengamos en un momento dado de nuestras vidas. El tipo de piel puede cambiar por factores ambientales, hormonales, estacionales, entre otros.


  • Si no elegimos los productos adecuados, según nuestro tipo de piel, podemos incrementar afecciones como la resequedad o el exceso de sebo.


  • Por ello, en Cetaphil contamos una amplia gama de productos para contribuir con la salud y belleza de todos los tipos de piel.

Importante: Esta nota fue revisada por Nelly Espinoza, con especialidad en dermatología, licenciatura como médico cirujano y partero, maestría en tricología y trasplante, y doctorado en medicina, con cédula profesional: 4519567, 7112474, 7063684

BIBLIOGRAFÍA